sábado, 29 de mayo de 2010

ETAPA 3 : VILLARROBLEDO – RIOPAR


DÍA 22 DE MAYO DEL 2010


Amanece en este hostal en plena Mancha, me levanto hecho polvo, he pasado muy mala noche, a ratos tenía frío intenso y escalofríos, me duele casi todo el cuerpo, a buen seguro he tenido o tengo fiebre, en cambio Carlos ha dormido del tirón, a media noche la habitación se convirtió en:( la estación del tren expreso de media noche) ,fue algo apoteósico, me recordaba al albergue del Parral en Burgos donde dio todo un recital de cómo se debe roncar para que todos te miren como un artista en el escenario.


Me asomé a la ventana para ver si había aire y ahí estaba amenazante, soplaba con mucha fuerza, tenía a todos los árboles de lado, al salir en la misma puerta se habían caído unas ramas grandes, las tire a un lado. Poco después me puse con el aseo matinal.



Cuando salí del baño Carlos estaba mirando el tiempo en la tele para ver que decían del fuerte viento, al parecer había varias comunidades en alerta por fuertes vientos.

 


Aquí tenéis la John Deere de Carlos escondida en la bañera.



Mortirolo se echó en la cama como haciéndose la enferma. La verdad que si pudieran hablar nos llamarían locos, bromas aparte estamos preparando todo para nuestro tercer día en el camino de Caravaca.



Aquí está Mortirolo preparada para otro día duro en este novedoso camino, hoy pasaremos de las llanuras de La Mancha a los puertos de montaña.



En el desayuno reinaba el optimismo, Carlos dijo: bueno hay que recuperar lo perdido, ¿cuál es el pueblo al que teníamos previsto llegar?, le dije: el hostal está reservado en Fuente Higuera, pero ya veremos dije yo. Con el desayuno me tomé la medicación y hoy sentía una debilidad excesiva aparte de frío y eso que llevaba pantalón de tirantes de pleno invierno más tres maillot, dos de ellos de invierno. Bueno que sea lo que Dios quiera dije yo y emprendimos la marcha.



Bueno amigos salimos a pedalear por la misma carretera que llegamos ayer, subimos a la rotonda y cogimos a la derecha dirección Sotuelamos, la recta es de órdago, ni un árbol ni nada que nos quite el fuerte aire que viene muy frío y de cara. Yo con ligeras molestias en apenas 2 km recorridos, pongo el plato pequeño y me lo tomo con mucha calma, al fondo Carlos cada vez más lejos, bueno esta guerra la tengo que ganar yo solo y los pedales se moverán con mi esfuerzo y tesón.



Llevo 20 minutos pedaleando y el dolor me va a más, el frío y el dolor que siento en el riñón izquierdo me obligan a parar varias veces, esperar un poco y reanudar la marcha, así voy consiguiendo avanzar, pero cada vez me duele más.



Miro para adelante y parece que estoy en el mismo sitio…, no vienen coches ni van…, de Carlos ni rastro…, comienzo a tener dudas…, no sé si seré capaz de conseguir llegar a Caravaca…, la soledad y el dolor me invaden.


Nunca pensé que estas rectas de La Mancha, con el fuerte viento de cara, pudieran conseguir que abandonara; nueva parada, cuando el dolor afloja comienzo a pedalear despacio.



Por fin llego a un cartel, una referencia en medio de la nada, al pasarlo miro el cronometro y llevo 36 minutos para 4.5 km, sigo con dolor y lo peor de todo es que voy a peor. Creo que aquí acaba mi viaje, me paro un rato y la cabeza me echa humo. Esto me pasó en el 2007 en el camino de Santiago, en Fromista cuando el médico me dijo que no podía continuar, después de mi caída y del pinzamiento en la espalda. Allí conseguí acabar el camino, esta vez es diferente, es otro dolor, algo que no puedo controlar, no sé si el riñón es tan importante en la bici, lo que sí sé es que si no se me quita este fuerte dolor, llamaré a MARÍA para que me venga recoger.



Otro intento para avanzar, procuro no forzar pero el fuerte viento me frena bastante, comienzo a tener escalofríos, creo que tengo fiebre, me paro otra vez y me pongo otro maillot, ya llevo 4 y dos de ellos de invierno, aun así tengo mucho frío. Sacó el teléfono y me pongo a buscar el número de María, mil dudas en la cabeza, la llamo…o no la llamo, llamarla significaba el fin de la aventura, el no haber sido capaz de conseguirlo pero no llamarla era enfrentarme a un dolor que no era capaz de controlar. Guarde el teléfono, mejor sería decírselo a Carlos primero.


Desde que salí del motel la bici me hace un ruido constante, pero estoy más preocupado por mí que por la bici, tardé mucho en llegar a donde me esperaba Carlos. Cuando llegué, lo primero que me dijo fue: ¡ánimo Rossi!, no tenemos prisa y si no llegamos no pasa nada.


Le di la bici y se puso a arreglarla, yo mientras seguía dándole vueltas a la cabeza, unos minutos después llamo nuestro amigo Enrique y Carlos le contó la situación, nos dijo que mucho ánimo y que si no podía seguir por mi enfermedad él vendría a buscarnos.


Saqué las pastillas y aunque aun me faltaban tres horas para la siguiente toma, cogí el bidón de agua y me las tomé, me tomé también un protector de estomago.



Bueno aquí estuvimos parados un buen rato y el calor me vino bien, cuando estaba un poco mejor salimos a pedalear. Esta vez Carlos se puso delante para quitarme algo de aire, de vez en cuando me separaba de él para ver lo que quedaba de recta. Como veis en la foto… desmoralizante.



medicamentos, la recta sigue ahí desafiante, esto es casi una pesadilla. Carlos me dice…mira Rossi parece que al fondo se ven árboles.



Seguimos pedaleando y gracias a Dios o a la sobredosis de pastillas comienzo a sentirme mejor, al menos el dolor es menos fuerte, el que no ha cambiado es el aire, sigue y sigue frenando nuestro lento avance, de pronto me suena el móvil y me paro unos minutos, Carlos se aleja y cuando se da cuenta se para a esperarme, según me acerco me dice muy contento: “mira Rossi el final de la maldita recta”, no, nos lo podíamos creer.



Según nos acercábamos se nos va cambiando la cara al ver curvas, algo diferente, el no saber que hay detrás, poco a poco va cambiando el paisaje.



Una curva a la derecha ¡qué gozada! y además en ligera bajada, aquí vamos mas protegidos del temible aire.



En medio de la curva pasamos por esta especie de santuario lleno de flores.



La carretera se hace más llevadera e incluso comenzamos a ver conejos cruzando de un lado a otro.



Carlos pasando por el puente de un arroyo que desemboca en el río Sotuelamos, este sería compañero unos cuantos km.



Seguimos en este paraje de La Mancha conocido como El Pajarón, de este lugar nos habló Carlitos, el chaval del surtidor de Socuellamos.



Parece que el dolor está cesando y comienzo a ir algo mejor, al fondo Carlos cada vez está más lejos.



Este es el río Sotuelamos, en sus orillas multitud de conejos corren de un lado a otro, ¡que espectáculo!



Junto al camino del molino de la rueda, en ruinas, está sembrado de amapolas.



Nos acercamos a esta masía que estaba cerrada o abandonada.



Comenzamos a subir, pero vamos con mucho optimismo, atrás quedan los malos momentos de desánimo.



Nos encontramos con este ciclista y estuvimos hablando un rato, nos contó que llevaba toda la semana sin coger la bici por miedo al fuerte aire, le dije que mi próximo viaje por la Mancha sería sin aire o si no, no hay viaje.



Unos metros más adelante cruzamos la carretera N-430, a la izquierda esta Munera y a la derecha Osa de Montiel, nosotros seguiremos de frente, estamos en SOTUELAMOS.



Entramos en el término municipal de El Bonillo, esto parece más Galicia que la Mancha.



Pasamos junto al coto de Sotuelamos.



El aire es fuertísimo pero tenemos suerte de ir protegidos por la hondonada y la multitud de árboles, arriba en la parte más alta de los arboles se ve la fuerza del viento.



Menos mal que vamos por esta zona protegida del fuerte viento.



Aunque os parezca mentira esto también es La Mancha.


Aquí comienza la subida a El Bonillo. Es nuestro primer puertecillo. Al fondo los molinos de viento modernos no paran de dar vueltas.



Seguimos subiendo y da la sensación de que estamos casi arriba.



Pero no fue así, aun nos quedaban bastantes pedaladas que dar.



La carretera gira a la izquierda por un valle en continua ascensión, al estar mas alto el aire se encarga de castigarnos y vaya si lo hace, nos da de frente durante toda la subida.



Me hecho a la derecha pues se acerca un tractor, pasa deprisa y detrás pegados dos ciclistas con bicis de carreras, no me dio tiempo a sacar la cámara, enseguida se alejaron, tanto el tractor como los ciclistas iban coordinados, buena forma de entrenar para no sufrir con el aire.



Nos costó bastante esta subida, pues era un poco inesperada y el aire también tubo parte de culpa. Pero al fin conseguimos llegar a EL BONILLO.



Entramos en la calle que conduce al Ayuntamiento, de camino paramos en un supermercado para comprar unos aquarios y unos bollos.



Aquí estoy en la plaza, detrás de mí el Ayuntamiento y la Oficina de Turismo, donde acababa de sellar.



Justo al otro lado de la plaza está la imponente iglesia, que estaba abierta.



Entré a sellar y la Sacristía estaba cerrada, por más voces que di no había nadie, bueno le saque una fotos y lo que más me llamo la atención fueron las vidrieras que hay en los laterales en su parte más alta.



De nuevo en la plaza, se acercó un grupo de chicas, nos dijeron que les hiciéramos unas fotos, después nos las hicimos todos juntos.



Preguntamos a unos abuelos donde había una fuente y nos mandaron a un pequeño parque situado en la calle principal.


Cuando llegamos vimos que era una fuente con chorrito vertical, imposible llenar las garrafas, el Jinete Húmedo, fiel a su dominio con este elemento consiguió que saliera con fuerza y llenamos las garrafas, en el parque había unas atracciones para los niños y aquí estoy con unos cuantos años menos.



Nos pusimos a pedalear y poco después dejábamos este bonito pueblo atrás, ahora disfrutamos de una ligera bajada.



Me paré para hacer una foto al pueblo, al estar en un alto se ve perfectamente desde lejos.



A mitad de camino entre los pueblos atravesamos esta cañada, la cual no nos conduce al siguiente pueblo, por lo que seguimos nuestro camino.



Bonita pista para ir en bici, pero de las pocas que había. Por esta zona está todo vallado y cercado, me recuerda a las cercanías de Trujillo donde han vallado hasta los caminos.



La verdad es que este tramo lo hicimos bastante bien, los 15 km hasta el siguiente pueblo no revistió ninguna dificultad, pese a tener el aire de costado y en algunos tramos de cara.



Entramos en EL BALLESTERO con la moral muy alta, al menos a mí me estaba respetando el dolor, era medio día y hacía calor. Carlos con su camiseta fina y yo, por si acaso, no me quité ningún maillot.



Llegamos a la Iglesia para sellar las cartillas, estaban con dos comuniones, esperamos un poco y pasé a la Sacristía, el ayudante del cura se llevo las cartillas a casa del cura para sellarlas, al parecer tenía el sello en su casa. Le sorprendió mucho nuestro camino a Caravaca.



Calle principal, la carretera pasa por el centro del pueblo.



Dejamos el pueblo con los consejos del sacristán, el cual nos mandó a comer al restaurante Bonanza, este situado en el siguiente pueblo, según él por 9 euros coméis un montón.



La salida de este pueblo se puede hacer de dos formas, por la carretera, que es por donde fuimos…



…O por este camino que enlaza con la carretera, se ahorra unos 200 metros pues el camino no da vueltas por el pueblo.



Carlos me dijo….Mira Rossi otro cartel del Quijote, recuerdo el primero que vimos a la salida de Santa Cruz de la Zarza, tan solo hace 2 días y que lejos se ve.



Bueno amigos, aquí nos pusimos las pilas y los 9 km los hicimos deprisa, ayudados por las bajadas, deseando llegar al restaurante para parar a comer, conectarme y contar lo acontecido, etc.



Casi todo el recorrido es bajada, aquí vemos a Carlos en plena acción.



Pasamos una laguna inmensa que quedo en el lado izquierdo.



El paisaje está cambiando, se parece más a Extremadura que a la Mancha.


Al final de ligera subida, la bajada nos dejo en el restaurante. A nuestra llegada había dos conductores que llevaban furgones con carros para transportar las bicis de un grupo que estaba haciendo la vía verde de Alcaraz, yo le dije que es mejor hacerlo con las alforjas, pues valoras mas la aventura, me dijo que cada pocos km les esperan para darles refrescos, comida, etc.…. ¡Joder, será esta una nueva versión de bicigrinos!, imagínate cada 10 km te tienen la cervecita fría, los choricitos en la brasa, al medio día la paella…….LO SIENTO, ESTE MODO DE VIAJAR NO VA CONMIGO.



Entramos en el restaurante y le preguntamos por el menú de 9 euros, nos contestaron que el menú eran 12, joder pues si que ha subido, no hacía ni una hora que nos lo han dicho. Aquí el menú sube o baja según el cliente y eso que vamos en bici, no quiero ni pensar si llegamos en un Mercedes.


Contaros más del restaurante no merece la pena, la comida normalita y escasa, efectivamente acorde a un menú de 8 euros.


Salimos a pedalear y a escasos 60 metros se enlaza con la vía verde de la Sierra de Alcaraz, aquí pasamos un mini túnel para salvar la carretera.



Desde aquí es todo subida, pero ya se sabe como salvaban los trenes los desniveles, con pendientes suaves, ¡eso sí!, hacían un surco por donde pasaban.



El firme es bueno, una mezcla entre camino y carretera.



Esta vía verde está muy bien indicada, en cada cruce advierte al ciclista del posible peligro.



Mortirolo, mi bici, en el poste de los km, al fondo el ROBLEDO.



Carlos al fondo a punto de coronar la subida.




Fijaros en el antiguo apeadero, hoy en día casi en ruinas, es una pena que estos sólidos edificios no cumplan la función de albergue o refugio.



Estas rectas se nos quedan pequeñas después de las que pasamos en La Mancha.


El protector balizado en madera de pino tratada es típico en las vías verdes.



Aquí podemos ver las huellas o surcos hechos para el paso del tren.



Al fondo otra estación, poco a poco se van deteriorando sin que los Ayuntamientos hagan nada.



En esta no sigue el trazado original y el desvió nos lleva por encima.



Fijaros en el trazado original, todavía conserva los estabilizadores de las vías. Al fondo, incluso se ha derrumbado parte de la vía.



Al otro lado esta algo mejor, si os fijáis el camino de la variante se ve justo encima, eso sí está muy bien indicado.



Aquí podéis ver la cercanía de la vía verde con la carretera.



De pronto, el desnivel de la vía cambia por completo, una bajada muy pronunciada y pasaremos por debajo de un puente.



A continuación, la vía se encajona por unas trincheras para sujetar el terreno, seguimos bajando.



Recorremos 500 metros sin ver nada, vamos encajonados.



Mirar esta foto, al fondo se ve caer agua de un caño, ¡que ven mis ojos una fuente!, podéis creerlo…. fue una agradable sorpresa.



Cuando llegamos me bebí un buen trago, después leí el cartel, me remoje la cabeza y volví a beber, ¡qué buena estaba!, tiré el agua caliente de la garrafa y la llené de la fuente.



Justo enfrente este arbusto lleno de flores, ¡qué bonito esta!, parece de mentira, pero cuidado tenía púas y pinchaba.



Fijaros en este paisaje, es alucinante, al fondo las montañas nos esperan.



Pasamos varios túneles, este fue el primero. Todos ellos en bajada.



El siguiente tramo perdió el poco asfalto que tenía, hoy en día es un camino.



Pasamos este área de descanso y unos metros más adelante un túnel.


Este es el túnel de que os hablaba, tiene luz pero no funciona, una vez dentro tuvimos que parar pues no se veía nada, no esperábamos que fuera tan largo.



Un tramo entre túnel y túnel, esta vez vamos preparados, pero no nos hizo falta linterna, al pasar el túnel, tiene un sensor que encienden las luces, ¡fue una gozada!, ah….se me olvidaba, hace mucho frío dentro.



Este es el túnel iluminado.



Bueno ya tenemos el siguiente túnel cerca, entre uno y otro el paisaje es una pasada.



Bonitas vistas.



Otro túnel, este sería mucho más corto.




Este sería el último y más corto, al salir nos encontramos con el viaducto.


Bueno, ya estamos en el viaducto, impresionante, des de aquí arriba hay una visión del valle imposible de describir. Fijaros casi al terminar el viaducto podéis ver a Carlos de azul, muy pequeñito.



Bueno después de hacer un poco de escalada para sacar la foto, me esperaba Mortirolo para seguir el camino.



Cada vez estamos más abajo, esta recta se hizo muy corta y además sin dar pedales.




Pasamos este curioso puente y al otro lado estaba el antiguo apeadero.


Unos 200 metros más adelante se termina la vía verde, en ese momento llegaban unos ciclistas y nos dijeron como llegar a Alcaraz, había dos formas y cogimos la más corta, todavía planea en nuestras cabezas el dormir en fuente Higuera.



Qué curioso el río del Piojo, vaya nombrecito que le han puesto al río



Estamos a un km de Alcaraz, a nuestra izquierda ya se ven las casas en la montaña.



Esto esta chupado, pensamos al acercarnos a este bonito pueblo.



Estamos en ALCARAZ, paramos en la gasolinera a sellar, el chaval corría en bici en carreras de montaña, tenía el dorsal puesto en su súper bici, le preguntamos cuál era el mejor camino para Riopar y sin dudarlo nos mandó por la carretera de Úbeda y a 12 km en Riolid coger a la izquierda para el puerto de las Crucetas. Nos tomamos unos aquarios y poco después emprendimos la marcha.






Salimos de Alcaraz y no sé porque Carlos se transformó en un ciclista de élite, comenzó a tirar y tirar, yo me pegué detrás y ahí fui mucho rato, los 10 km los hicimos del tirón y tardamos muy poco, luego faltando 2 cogí yo el relevo y nos plantamos en el desvío para el puerto.



Comenzamos a subir y en las dos primeras rampas paramos a descansar y a beber agua, después continuamos y lo que son las cosas después de mucho subir una bajada nos lleva al inicio del verdadero puerto, aquí saqué unos caramelos mágicos y le di a Carlos, bueno poco a poco iremos subiendo. Dejamos atrás Salobre, este pueblo encajonado entre las montañas.


La siguiente parada sería en una fuente donde llenamos las garrafas y yo llené también una botella de 2 litros por si no había más agua. Unos cientos de metros más arriba pasamos el cartel del puerto…..abierto, hoy no hay nieve.



Seguimos subiendo y bebiendo agua, a menudo el calor es bastante fuerte, según dice Carlos pero a mí me viene muy bien este calor.



Bueno aquí estaba muy contento, había pasado de esta mañana casi abandonar a ahora subir mejor que Carlos, aunque en ningún momento forcé por miedo al dolor, subía un tramo y esperaba a Carlos y así sacaba alguna foto de frente, porque de espaldas ya las tiene todas. Yo en cambio no tengo ninguna en marcha, bueno siempre me pasa igual.



Mirábamos para arriba adivinando el final, pero nos quedaba mucho por subir.



Nuestra siguiente parada en otra fuente, ¡joder que putada!, llevé la botella de 2 litros de una fuente a otra, aquí decidí llevar la mitad.



En el siguiente tramo los arboles nos quitaban todo el aire y todo el sol.



Curioso nombre el de este pueblo.



Un pequeño llano nos viene bien para descanso de las piernas, pasamos este río con el mismo nombre del pueblo que queda a unos 100 a nuestra izquierda.



Me adelanté unos 200 metros para sacar nuevas fotos, aquí esta alguna de ellas.



En este último tramo la carretera se empina aun mas por lo que ya no tenemos más reserva de piñones.



Parece que el final del puerto está cerca.



Efectivamente esto es lo que nos queda de subida.



Tourmalet, Aubisque, Marie Blanque, Osquich, Ibañeta, etc.…., otro puerto más en mi lista personal de puertos. El puerto de las CRUCERAS.



Comenzamos la bajada, me paro y me pongo más ropa.



Después de luchar contra el viento en la temible Mancha sin superar los 8 km, ahora tenemos que ir frenando la bici porque con las fuertes rampas en bajada coge mucha velocidad y con tanto peso cuesta mucho pararla, en una curva tuve un aviso y pude controlar la bici.



Hace bastante frío, pues todo el camino es por la sombra. Me dan varios pinchazos en el riñón.



Llegamos a esta mini cascada y nos paramos para hacer las típicas fotos.



Carlos a punto de iniciar la marcha, fijaros el desnivel del puerto.



Comienzo a tener molestias, la bajada y el frío han reavivado el dolor, aun llevando los 4 maillot.


Menos mal que estamos cerca del destino, pues el dolor me va a más.




Nuestra entrada en RIOPAR fue lenta, por mi dolor que va en aumento y es que ya me tocan las pastillas. Fuimos a la Oficina de Turismo pero estaba cerrada, eran las 20.15 h y cerraban a las 20.00 por lo que comenzamos a buscar hostal.




Llegamos al hostal los Grimaldos y Ana la dueña nos dijo que tenía habitaciones al precio de 35 euros con el desayuno incluido, le conté lo de guardar las bicis y las metimos en el almacén del bar, en la puerta del hostal llamé a Fuente Higuera y avisé al señor del hostal pues con el día de aire en La Mancha ya llevamos todo retrasado y mas con mis dolencias en el día de hoy. Bueno lo entendió y yo me quedé más tranquilo, después de esto entramos y nos tomamos algo, pregunté si había zona wifi y me dijo que sí, pero que me tenía que dar la clave. Lo que vino después nos llevo el resto de la tarde ocupados con el ordenador, probando como acceder a la clave, después de mucho rato Carlos el dueño lo dejo por imposible y luego tampoco me funcionaba con el internet móvil, tuve que volver a configurarlo, cuando estaba desanimado porque no lo conseguía se conectó, ¡qué alivio! por fin, tengo internet para contar lo que nos paso en el día. Bueno desde el mostrador a la cena, todavía ni nos hemos duchado, que desastre, la cena estuvo bien. Había intentado contactar con mi casa y fue imposible, no había cobertura, cuando estábamos cenando llegó Ana, la dueña del Hostal y nos dijo: “Manuel Rossi, hay una llamada para usted”. No me lo podía creer, nadie sabía dónde estábamos. Era María, había llamado a todos los alojamientos del pueblo hasta que nos localizó, estaba preocupada porque no sabía nada de nosotros. Me puse muy contento, cuando llegué a la mesa y se lo conté a Carlos me dijo: ¡joder, Mari, qué pasada!, lo que no consiga tu mujer no lo consigue nadie.


Me tomé la medicación y por fin nos subimos a la habitación, nos duchamos y a poner a cargar todo, pero no había enchufes suficientes, por lo que bajé al bar y Ana me dejó un ladrón, por fin en la habitación conté lo del día y después me duche.


Creo que vuelvo a tener fiebre pues tengo mucho frío y Carlos está en calzoncillos, se ha quedado dormido encima de la colcha. Yo me tapo con todo y porque no hay más. Aun así sigo teniendo frío.


El día había comenzado muy mal, incluso había pensado en abandonar pero al final había conseguido llegar, de momento, hasta Riopar. Mañana sería otro día. ¡Ojala tuviese la misma suerte! y pudiera seguir adelante. Sólo pedía poder llegar a Caravaca.




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3 comentarios:

  1. Hola Rossi me he reido un monton con la broma de las bicis.
    Pero despues lo he pasado mal, me he metido en tu piel y ya hasta me dolia a mi, imaginando ese sufrimiento, esa icertidumbre,ese que hacer.
    Bueno hoy me quito el sombrero, tu fuerza de voluntad no tiene limites,
    Hiciste lo mejor y acortar la etapa me parecio ok,
    Hoy en la hora de la comida vere la siguiente....si es que aguanto.....porque estoy pillado.
    Gracias Campeon

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  2. Angela de Argentina10 de junio de 2010, 16:44

    Gracias Rossi por dejarnos viajar contigo en tu cargada bicicleta, la verdad es que conseguiste llevarnos contigo a todos, por muy lejos que estemos, te hemos sido fieles.
    Tu espíritu de lucha no tiene igual, inimaginable para cualquier otra persona, sinceramente hoy leyendo esta etapa me he emocionado, cuando el dolor no te abandonaba y en tu debilidad sacaste unas fuerzas extras para seguir adelante.
    Muchas Gracias por compartir esa experiencia maravillosa. Ese camino tan deseado.
    Con mucho cariño desde la distancia
    Ángela de Argentina

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  3. Hola Rossi lo primero gracias por hacer que este nuevo camino pase por mi tierra.
    Lo segundo gracias por poner las fotos así podemos ver todos el cambio, para mí la parte más bonita de la provincia.
    Y lo tercero agradecerte que no abandonaras en un dia tan malo como el que has pasado, demuestras una fuerza de voluntad muy grande.
    Lo dicho el blog esta genial
    No cambies CAMPEÓN
    José.

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